Lo mínimo originario es un punto de masa cero y energía enorme, una explosión, una expansión.
Una esfera de Carrara sublima un compuesto inorgánico, acaso orgánico, una primera molécula, que se junta con otras moléculas, también de Carrara, una estructura de complejidad creciente.
Y surge la vida. La vida. Vivir. Ikiru.
Vicente Díez Faixat
extractos del texto del catálogo de la exposición